Cada 16 de Octubre, en nuestro país, celebramos a nuestros profesores y si bien ser profesor actualmente está siendo un trabajo difícil, donde la realidad de las aulas se torna cada vez más compleja, tenemos generaciones que lo consideran un desafío que los apasiona y motiva, esto se evidencia en el Informe de Matrícula en Educación Superior en Chile, de la Subsecretaría de Educación Superior, donde en 2024 la Matrícula Total de Educación Superior suma 1.385.828, considerando los niveles de Pregrado, Posgrado y Postítulo, lo que representa un incremento de 3,3% respecto del año anterior (44.393 matrículas adicionales).
Los futuros docentes se enfrentan a un escenario al que deben adaptarse, es un mundo cada vez más digitalizado, con un gran impacto de las redes sociales y el uso de las tecnologías, con generaciones de estudiantes nativas en herramientas digitales, acostumbrados a un ritmo acelerado, interactivo, pero sin tiempo para la reflexión y con contenido instantáneo; por otra parte, la falta de recursos en muchas escuelas de entornos vulnerables, lleva a los profesores a cumplir un rol más allá que formar en sus disciplinas, convirtiéndose en consejeros, orientadores, padres sustitutos e inclusive, defensores de derechos de sus estudiantes. Todo ello trae consigo una carga emocional y psicológica, el desgaste que esto genera es innegable y repercute en la motivación y en la calidad de la enseñanza, convirtiendo nuestra pasión en una carga abrumadora y angustiante, porque debemos reconocer que la educación no solo es una entrega de contenidos, sino que también es formar seres integrales, ciudadanos responsables y que equilibren la igualdad de oportunidades; es decir, formamos personas.
En medio de estos desafíos, se destaca la resiliencia y compromiso de los profesores chilenos, tenemos profesores que constantemente innovan en el aula, buscan nuevas estrategias de enseñanza y se adecúan a los contextos en los cuales se encuentran, esta dedicación y compromiso, merece todo nuestro reconocimiento y a la vez, el apoyo por parte de las autoridades y nuestra sociedad en general. Es por ello, que en este Día del Profesor, propongo que no solo entreguemos celebraciones y reconocimientos, sino que logremos reflexionar sobre cómo podemos contribuir en la mejora de las condiciones de trabajo de nuestros profesores y profesoras que trabajan en establecimientos educacionales diversos.
En este día, celebremos no solo a los profesores, sino la gran misión que abrazan: la de formar ciudadanos críticos, como diría Paulo Freire “Enseñar no es transferir conocimiento, sino crear las posibilidades para su propia construcción”, sabemos que el camino es difícil, pero es posible avanzar hacia un futuro donde la educación sea valorada y apoyada como merece, si todos colaboramos. Invertir en educación es invertir en el futuro donde actualmente debemos capacitar, brindar apoyo emocional, recursos y formación continua a quienes están liderando las aulas y reconocer su esfuerzo es el primer paso hacia un sistema educativo más justo y equitativo. Feliz día y muchas gracias queridos profesores y profesoras.
Mg. Carolina Collao Fuentes
Profesora de Educación Física
Coordinadora de Práctica Pedagogía en Educación Física, Deportes y Recreación
Universidad de La Frontera. Temuco